Tenemos muy claro que al cliente hay que darle lo que el cliente quiere, nada más, y hay que dárselo a un precio justo, ni un euro menos y un euro más.
Esta relación ha de basarse en el respeto mutuo y poner las cosas muy claras.
El fotógrafo tradicional con sus precios altamente sobre valorados solo ha conseguido que la gente arrincone los álbumes de fotos en los cajones como un recuerdo de lo poco que me gusto y lo caro que me costo.
Ha conseguido que los pequeños empresarios no puedan luchar contra las grandes empresas con una fotografía de producto correcta y adecuada.
Han conseguido que los más jóvenes no puedan permitirse tener un Book, cuando un book que en realidad son 2 horas de trabajo no debería de costar mas de 50€.